Los tiempos y las gentes ...

Las  tareas del campo, el pastoreo de los ganados, estampas y sonidos tan diversos que eran habituales. Tiempos y situaciones que recuerdo con cierta añoranza. Nuestras madres, trabajadoras incansables que con amor y alegría recitaban y cantaban, a la vez que llevaban a cabo las diferentes tareas.

Canta la perdiz en el monte,

canta que se vuelve loca,

porque tiene la nariz

más arriba que la boca.

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Santa Lucía bendita

eiquí te trayemos el ramo,

todo lo damos los pobres

los ricos nun dan un grano.

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María siempre María,

María siempre diréi,

y a la hora de la muerte

a María chamaréi.

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Mi madre pa casame

mandóume un saco fabas,

y despuéis que me casóu,

mandóume rascá las ñalgas.

 

Nos arrollaban en su cálido y protector regazo. Sentimiento, ternura, sensación única ...

Aserrín, aserrán,

madeiricos de San Juan,

los del rey sierran bien,

los de la reina tamién,

y los del duque,

truque truque truque.

Un saludo para todos.

Emiliano