lunes, 22 de julio de 2019

LOS TIEMPOS Y LAS GENTES ...






 

Recitar y cantar era algo habitual, sobre todo que lo hicieran nuestras madres. Ojalá no se pierda todo ese patrimonio que nuestros antecesores mantenían vivo de generación en generación.



Como este Cantar del mis mis, que también pudiera ser una nana:

"Ay que me la lleva el gato, ay que me la lleva el mis, ay que me la lleva el gato la madre de la perdiz.

Mis, mis ven acá, ven acá mis mis, mis mis ven acá tráeme la perdiz.

La perdiz que enviudó no quiso ser más casada, ni picar en prados verdes, ni beber agua rosada.

Mis, mis ven acá, ven acá mis mis, mis mis ven acá tráeme la perdiz.

Canta la perdiz en el monte, canta que se vuelve loca, porque tiene la nariz más arriba de la boca.

Mis mis ven acá, ven acá mis mis, mis mis ven acá tráeme la perdiz."



Pastoreando los tagayos (rebaños) por los montes, siempre con la alegría formando parte de la vida misma:

"Y estando yo remendando y con el remen remende y con el remen remenda, remendando mi zamarra ja ja. Vi venir cuatro lobitos, con el remen remende y con el remen remenda, derechos a mi rebaño ja ja."



Cuando se realizaban tareas en grupo, como las mayas y los conceyos, daba lugar a retos entre los más vivales y atrevidos. Uno de ellos consistía en pronunciar a la vez que bebían del porrón o la bota, trabalenguas como éste:

"Tengo una pega mega, endina, endorra, patituerta, ciega, muda y sorda; que tiene los pegos megos, endinos, endorros, patituertos, ciegos, mudos y sordos. Si la pega no fuera endina, endorra, patituerta, ciega, muda y sorda; no tendría los pegos endinos, endorros, patituertos, ciegos, mudos y sordos."



Una vez más, dar las gracias a Rosalía por sus aportaciones. Una lástima no disponer de grabaciones sonoras de estos cantares, sería algo extraordinario.



Un saludo.



Emiliano