lunes, 15 de octubre de 2018

Cuento: El gallo y sou tíu Perico



Cuantas historias, aventuras, cuentos que nuestros mayores nos repetían una y otra vez. Seguramente ayudaban a despertar la curiosidad e imaginación, pero en cualquier caso ños atropaba y atrapaban nuestra atención en aquellas largas noches de invierno. Uno de ellos que nuestra madre nos contó algunas veces es "El gallo y sou tíu Pericu". Gracias una vez más, Rosalía, por refrescar nuestra memoria:


  Había una vez un gallo, que iba de camino a la boda de sou tíu Perico, tenía fame y dixu: se picu embarro'l picu y se nun picu paso fame. Picou y embarrou el picu. Nu camino viu unas malvas y yes dixu: malvas, llimpiame'l picu, se no nun puedo dir a la boda de míu tíu Pericu, las malvas ye dixienun nooo.
Más alantre atopou una ouveya, ye dixu: ouveya, come las malvas que nun quixienun llimpiame'l picu pa dir a la boda de míu tíu Pericu. La ouveya ye dixo nooo.
Más alantre atopou un perru y ye dixu: perru, come la ouveya que nun quixu  comer las malvas , las malvas que nun quixienun llimpiame'l picu pa dir a la boda de míu tíu Pericu. Nooo.
Más alantre atopou un llobu. Llobu, corre al perru, que'l perru nun quixu comer a la ouveya, la ouveya nun quixu comer las malvas y las malvas nun me quixienun llimpiar el picu pa dir  a la boda de míu tíu Pericu. Nooo.
Más alantre atopou un palu. Palu, daye al llobu, que'l llobu nun quixu correr al perru, el perru nun quixu comer la ouveya, la ouveya nun quixu comer las malvas, las malvas nun quixienun llimpiame'l picu pa dir a la boda de míu tíu Pericu. Nooo.
Más alantre atopou  un llume. Llume, queima'l palu, que'l palu nun quixu daye al llobu, el llobu nun quixu correr al perru, el perru nun quixu comer la ouveya, la ouveya nun quixu comer las malvas, las malvas nun quixienun llimpiame'l picu pa dir a la boda de míu tíu Pericu. Nooo.
Más alantre atopou augua. Augua, apaga'l llume, que'l llume nun quixu queimar el palu, el palu nun quixu daye al llobu, el llobu nun quixu correr el perru, el perru nun quixu comer la ouveya, la ouveya nun quixu comer las malvas y las malvas nun me quixienun llimpiar el picu pa dir a la boda de míu tíu Pericu.. Nooo.
Más alantre atopou un burro.
¿Dónde íbamos?
Nu burro.
Álzaye'l rabo y béisalo nu culo.

 Un saludo.
Emiliano

miércoles, 3 de octubre de 2018

RAMO-UBALDINA



Ya hemos hablado alguna vez sobre el Ramo, ceremonia en la que se hacía una ofrenda por algún favor o persona enferma. Pues he aquí uno compuesto para rogar a San Antonio por la salud de una de nuestras convecinas, Ubaldina. Era finales de los años cincuenta, cuando ante una enfermedad, Anselma lo compuso para rogar por el restablecimiento de su salud. Seguro que alguien  nos puede aportar algún dato más al respecto. Es algo extenso, pero seguro que merece la pena conservarlo y compartirlo. Gracias Sara (tía Sara), por guardar y compartir estas joyitas con nosotros. Helo aquí: 

A este templo venimos

con gran amor y alegría,

a Jesús sacramentado

saludamos de rodillas.



A San Antonio de Padua

venimos a visitar,

su favor y protección

hoy venimos a implorar.



Virgen santa del Rosario

estrella de la mañana

dadnos tu ayuda señora

para explicar esta plana.



En la nación de Portugal

San Antonio a nacido,

la gloria del universo

perpetuo eficaz auxilio.



Con sus venerables padres

pocos años ha vivido,

porque en su corazón nacen

(........) muy divinas.



De poca edad San Antonio

ha ingresado en el convento,

con admiración de todos

superaba a sus maestros.



Ingresó en los Agustinos

y se pasó a los Franciscanos,

distinguido ya en todos

por sus grandiosos milagros.



Recorrió varias naciones

predicando a los infieles,

obrando granes milagros

para poder convencerles.



Un sermón predicó en Roma

en la lengua portuguesa,

treinta y tres generaciones

todos le entienden la lengua.



A una multitud hizo adorar

a la Hostia Inmaculada,

convencidos los herejes

que Dios en su mano estaba.



Predicó a orillas del mar

y desprecian su doctrina,

salgan los peces del agua

alegres a percibirla.



De tres días ahogados

resucitó a tres niños,

viendo sus padres amados

resucitar a sus hijos.



Un día predicando

el Señor le iluminó,

que le ahorcan a su padre

y en su defensa voló.



Los presentes no han notado

la falta de su presencia,

más que un éxtasis que al punto

ya reflexiona y serena.



Vuestro ilustre San Antonio

en corazones brutales

logró que broten flores

y azucenas celestiales.



De tal suerte el niño Jesús

a tus brazos acudía,

a regalarse contigo

haciéndote mil caricias.



Tu doctrina y milagros

en las almas fortifica,

como el rocío en las flores

que les da gran lozanía.



¡Oh! glorioso San Antonio

hoy tu nombre brilla tanto,

que en todos nuestros peregrinos

por San Antonio llamamos.



Igual que la mariposa

que vuela de flor en flor,

vuelas tú en nuestro socorro,

en nuestra ayuda y favor.



Hoy tu favor imploramos,

tu socorro bienhechor

por la salud de una enferma

que causa pena y dolor.



Recurriendo a especialistas

y sin lograr descubrir,

la enfermedad que le mata

a esta pobre infeliz.



Ruégale a Dios y a la Virgen

le devuelvan cuanto antes

la salud y alegría

para servirles y amarles.



Que se lo alcances muy pronto

en ti los dos confiamos,

pues quien tiene al niño Dios

todo lo tiene en sus manos.



Virgencita del Rosario

refugio de pecadores,

rogadle a vuestro hijo

nos alcancen estos favores.



¡Oh! Jesús crucificado

vertiendo sangre de tus llagas

dale a beber a esta enferma

la salud de cuerpo y alma.



Para criar a sus hijos

porque son muy pequeñitos,

sin el calor de una madre

en el mundo quedan perdidos.



Glorioso y Divino Antonio

ruega por los pecadores,

ciegos de ira y venganza

cometen hoy mil errores.



Los que no creen en Dios

ni en su Doctrina Sagrada

y sus pasos van al infierno

en marcha precipitada.



Los que creyendo no guardan

los Divinos Mandamientos,

maldiciendo y blasfemando

los más altos Sacramentos.



Y los que entran en el templo

haciendo mofa y escarnio,

cometiendo irreverencias

ante Dios Sacramentado.



Dirige hoy nuestras plegarias

oh glorioso San Antonio

que ante un Dios tan ofendido

interceda por nosotros.



A nuestro buen sacerdote

la gloria le deseamos,

que ruegue hoy por nosotros

a Dios que viene a sus manos.



También le damos las gracias

por el permiso obtenido,

y de rodillas a sus pies

la bendición le pedimos.





Un saludo para todos.

Emiliano.