Añadimos a continuación un par de fotografías en las que aún perdura, no sobemos por cuanto tiempo, la vieja y ancestral arquitectura cabreiresa. Construcciones de piedra y pizarra, con muros que valen para la propia casa y la vecina, con balconadas de madera aprovechando todos los espacios posibles y, como en estos casos, consiguiendo un insólito pasadizo, por el que corre el agua, transitan personas y ganados y chirrian los carros, con su cansino canto y traqueteo.
Antaño los pueblos se contruían en las zonas menos productivas, guardando éstas para contruir los minúsculos huertecillos, las "cortinas" o huertos mayores y los espacios productivos. Por ello las casas se asentaban en los suelos con rocas pizarrosas y "morrillos" o cantos, que servían a su vez como cimientos para los recios muros.
No tiene Trabazos, salvo alguna excepción, muros de piedra labrados. Las construcciones las hacían los propios vecinos y algunos albañiles aficionados, que combinaban este trabajo ocasional con su faceta de labrador. No obstante lo anterior, la ruína de la mayor parte de las viejas casas no ha venido por el desmoronamiento de los muros, sino por el hundimiento de techumbres, de manera que el agua de la lluvia pudría las maderas, mayormente de chopo, y arruinaba literalmente la contrucción.
Debemos, cada uno desde su sitio y lugar, luchar por la recuperación de este espacio arquitectónico, denunciando el abandono oficial de las instituciones y animando a particulares, empresas y administraciones, (Junta de Castilla y León, Diputación, Ayuntamiento, etc.), a iniciar una recuperación aún posible.
Si no damos este paso, en menos de diez años esta calle será una ruína total, como ocurre con otros tramos, antaño magníficos y hoy ruinosos.
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