El juego de la navaja era uno
más de los practicados para pasar el tiempo y divertirse haciendo grupo, con
rivalidad, claro, sobre todo cuando se pastoreaban los ganados por el monte y
las vacas por los praos y los coutos.
Para
jugar, se traza un círculo en el suelo de un prado o similar, donde no sea
excesivamente duro el terreno, con un diámetro de unos 50-80 centímetros
aproximadamente y luego se practican una serie de ejercicios por velía o sorteo hasta que el participante
falla y pasa al siguiente, o completa la serie y queda liberado. Son los
siguientes;
1º-
Cogiendo la navaja por la punta de la hoja, se gira en el aire clavándola
dentro del círculo cinco veces.
2º-
Con la mano abierta, se coloca la navaja sobre el dorso con la punta hacia
delante, girándola hacia el interior y clavándola tres veces.
3º-
Con el puño cerrado, se coloca la navaja sobre la parte palmar con la punta
hacia el exterior, se hace el giro al interior y se clava también tres veces.
4º-
El jugador se sienta de espalda al círculo, cogiendo la navaja por la punta de
la hoja y lazándola por encima de la cabeza, la tiene que dejar clavada dentro
del círculo una vez. Siendo esta la última fase del juego.
Cada
jugador tiene que superar todo el ciclo, si falla en alguna de las fases debe
esperar hasta que le toque otra vez, para continuar en el punto donde había
fallado. El que va superando todo el proceso queda libre, siendo el último el
derrotado.
Cuando
ya hay perdedor, se afila un palo no muy grueso (menos que el mango de la
navaja) y de la misma longitud que la hoja de esta, siendo él mismo el
encargado de colocarlo dentro del círculo, buscando la zona más dura posible
para dificultar el proceso. A continuación, el resto de participantes le dan
tres golpes cada uno con la navaja cerrada, si tienen algún fallo no repiten el
golpe, clavándolo lo más profundo posible. El derrotado tiene que sacar el palo
utilizando para ello sus dientes como toda herramienta, solamente si está muy
enterrado se le quitará un poco de hierba y tierra alrededor para que pueda
meter la nariz.
¡Suerte!
Un
saludo
Emiliano
Nota:
tal vez hubiera una fase más, pero no he podido confirmarlo. De ser así,
consistiría en coger la navaja con la mano abierta y la palma hacia arriba, girándola
hacia el interior y clavándola tres veces dentro del círculo. Seguro que alguien
nos puede aportar más datos.
2 comentarios:
Magnífico relato, Emiliano. Yo recuerdo este juego tal y como tú lo has explicado. Y lo jugué bastantes veces, sobre todo cuando íbamos con las vacas a los coutos, en el monte a veces era complicado encontrar un sitio adecuado. Pero dónde recuerdo que era un buen jugador es en el "Palillo". Casi siempre jugaba con los mayores, que me aceptaban por jugar bien. Uno de los que mejor recuerdo es a Amaro, que era zurdo, y jugaba de maravilla.
Un fuerte abrazo
Magnífico relato, Emiliano. Yo recuerdo este juego tal y como tú lo has explicado. Y lo jugué bastantes veces, sobre todo cuando íbamos con las vacas a los coutos, en el monte a veces era complicado encontrar un sitio adecuado. Pero dónde recuerdo que era un buen jugador es en el "Palillo". Casi siempre jugaba con los mayores, que me aceptaban por jugar bien. Uno de los que mejor recuerdo es a Amaro, que era zurdo, y jugaba de maravilla.
Un fuerte abrazo
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