En la sociedad de hace unos años, los niños en Trabazos asumíamos responsabilidades desde edades bien tempranas, supongo que algo similar a todos los sitios, ayudando en las diversas tareas de la casa y el campo.
Una de ellas que recuerdo con una sonrisa, era el encargo de vigilar a alguna "pita" o gallina, cuando en alguno de sus paseos por el "Calangrión" (por ejemplo) y ante el apremio por poner su "güevo" o huevo, buscaba un nuevo "ñal" o nido fuera del "pulleiro" o gallinero. Cuando en casa se daban cuenta de ello, y después de comprobar con el dedo de manera táctil que tenía el huevo listo para salir, nos mandaban que la vigiláramos para saber donde ponía el preciado manjar. Para ayudar a que todo fuera un poco más rápido, le ponían un poco de pimentón picante en el culo, supongo que algo efectivo sería.
Los niños; algunos recordaremos aquella coplilla que dice así:
"Los ñiños de Trabazos
que Dios los bendiga.
Corren más cuest'abaxo
que cuest'arriba."
Hablando de dedos y sus diversas utilidades, seguramente muchos de nosotros recordamos el nombre aplicado a los dedos de las manos (los de los pies no eran dedos, sino dedas), creo recordar que era algo así: el pequiñín, el hermanín, el rey de todos, el furabollos y el mata pulgas y pioyos. Alguno es obvio que hace referencia al tamaño, otros a labores para las que se utilizaban, como el caso del índice o "furabollos", pues era el empleado para probar si la masa del pan estaba fermentada o bien despierta, siendo así cuando se "furaba" y no se pegaba al dedo.
También eran utilizados para marcar unidades de medida, pues la distancia con la mano extendida entre la punta del dedo pulgar y el meñique se llamaba "cuarta", y la que hay entre el pulgar y el índice "forco". Claro que depende del tamaño de la mano, así serían las cuartas y forcos.
Un saludo para todos.
Emiliano
Nota: Que todos tengamos un año 2011 que sea lo mejor posible.
Hola Emiliano
ResponderEliminarFeliz Año Nuevo.
Que tal todo.
Aunque no es el mismo pueblo yo también tengo un bonito recuerdo de cuando era pequeña y mi abuela nos mandaba ir a buscar los huevos que las gallinas desperdigaban por los distintos "niales",que hacian en las peñas de los alrrededores de la casa .Y la sorpresa y alegría que nos llevábamos cuando encontrabamos un nial lleno de huevos o de un montón de pollitos.
Sigo aficionada a tus historias.
un saludo.
mdlagp@gmail.com
Feliz año para todos los que leen y participan en este blog tan trabazudo.
ResponderEliminarMe gustan las historias que publicas, al leerlas tienen el efecto de transportarme a otro tiempo. Será que me hago mayor...
Maite Fernández.
Bonita historia,para quien no lo vivio le puede sonar a cuento pero fue tan real como tú lo cuentas
ResponderEliminarGracias por documentarlo y a la vez recordarnoslo,no sin cierta añoranza
Lucy
Es una historia muy bien contada, Emiliano. Me ha gustado y me ha hecho recordar ese pasado de una niñez que, en cuanto escarbas un poco, aparece. Nuestro Trabazos está lleno de "pequeñas historias" que, en las dificultades del terruño y de aquellos tiempos, eran para todos "grandes historias".
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Jerónimo