jueves, 3 de julio de 2014

Trabazos en el recuerdo


Metidos ya en julio, era época de recolectar la yerba (hierba) y el pan (centeno). En estas mismas fechas los recuerdos de la siega de la los praos está muy fresca en una buena parte de nosotros. Había que picar la gadaña (guadaña) y prepararse. Era un arte saber picar bien. De ello dependía que cortara y que el duro trabajo de darle a los brazos un día entero te permitiera aguantar. Normalmente lo hacía el padre o la persona de mayor responsabilidad. Cuando se mellaba o no cortaba bien había que parar y afilar. Recuerdo bien aquello de "deja que la gadaña tire de ti, no tu de ella".
Siempre eché en falta que me hubieran enseñado a picar. Nunca lo hice, aunque sí que me tocó segar la yerba. Mi padre me encomendaba segar las zonas difíciles, (las muezcas, los regatos y las presillas por donde entraba el agua). No era el hermano que más segaba pero sí era mañoso en opinión de mi padre. Recuerdo aquello que decía de que "cuando veyan el prao segao nun van a decir cuánto tiempo tardonun, sino si está bien ou mal".
Siempre se empezaba por los praos sin riego y sin manantiales, ya que se secaban antes. Luego se iba bajando hasta llegar a los praos del valle de Llamadeita, el Palumbar, el Bumbrillal y otros.

Pero tampoco se podían descuidar algunos trabajos como los de "asucar las patacas", seguir las cuadriellas de los riegos del Pozo de Arriba, (el de los Caleyos), y el de Abaxo o el Pozo de la Canal.
Al tener que regar los huertos y cortinas con el agua embalsada en los dos pozos mencionados, era necesario establecer los turnos que se hacían en base a las medidas de las fincas de cada cual. Tantos cuartales y tantos cuartillos. La cosa funcionaba a la perfección y no había mayores problemas. Precisamente de esta costumbre de regar de Trabazos viene aquella chanza que los vecinos de Castrohinojo nos dedicaban: "¡Recrista, los de Trabazos riegan todos a las treitaycuatro!". Buenos y bellos recuerdos de tiempos pobres y trabajosos pero felices.
¡Buen verano para todos, ahhh y buen invierno para nuestros numerosos amigos de Argentina!
Jerónimo Carrera Cañal