domingo, 25 de marzo de 2012

Los tiempos y las gentes...




Perlas del pasado...

Otros tiempos, otras costumbres, otras gentes. Cuando las mentes (aún con su menoscabo) retroceden en el tiempo y recuerdan bellos fragmentos del pasado, hay momentos que uno se emociona un poquito... Gracias mamá.

Nos podemos imaginar aquellos seranos, tan propicios para mantener y fomentar la vida social durante los fríos inviernos, donde también había lugar para la diversión, cuando al son de una simple pandereta cantaban y recitaban sus penas y alegrías en coplillas como estas:

"Esta pandereta que toco

yía de pelleya de ouveya,

ayer berraba nu monte

y güey toca que rabieya".


O esta otra:

"Cuando you m`eché novio

ye lo dixe a la mi güela;

estaba cumiendu caldo,

tiroume cu na cazuela"

*****


Un saludo.

Emiliano


4 comentarios:

Anónimo dijo...

No hay ninguna institución(Junta, Diputación...) que se preocupe que no se derrumben las casas?
Saludos de amigo de Jero.- de Narayola

Anónimo dijo...

Muy bonitas las coplillas
“güy” ¿significa hoy?

Este es un bello pueblo cabreirés: Trabazos dijo...

Hola anónimos.
La pregunta sobre si las Instituciones no se preocupan por mantener lo que hay en el pueblo,pues eso, en vez de pregunta, una afirmación.
Efectivamente, "güey" es o "yía" hoy.
Un saludo.
Emiliano

Este es un bello pueblo cabreirés: Trabazos dijo...

Para el amigo de Narayola, decirle que nadie se ha ocupado de la imparable ruina de Trabazos. Ni la Junta, ni la Diputación, ni el Ayuntamiento. Nadie. Ni siquiera la Asociación de "Amigos de la Cabrera", de la que soy partícipe y a la que pago mi cuota, ha tenido ni una línea de denuncia sobre el abandono de Trabazos. No se hizo antes, que había posibilidades y no se hará ahora con la crisis. Se hizo en Forna (enhorabuena), se hizo en Villar del Monte, pero no se ha hecho en Trabazos. Y lo curioso del tema es que no sería tan dificil impedir la ruina total de su calle del Riguiero, en esoas balconadas que se tocan y que aún se mentienen en pie. Trabazos está erremisiblemente condenada a la ruína y a la desolación. Es una visión pesimista pero por desgracia también realista. Un cordial saludo. Jerónimo