jueves, 6 de mayo de 2010

A vosotras, madres...


 No todos pueden decir que han nacido de pie. Pues bien, muchos de nosotros sí podemos hacerlo, pues aunque suene a algo muy lejano en el tiempo, así es como solían parir nuestras madres en Trabazos, "en cucliellas", paseando durante el trabajo de parto de un lado para otro. "Cualquiera paraba con aquellos dolores" me dice mi madre recordando aquellos momentos.

Seguro que la carencia de medios era compensada con el cariño y buen hacer de las parteras, vecinas ya expertas en esos menesteres, aunque no pudieran evitar que alguna vez el escurridizo recién nacido fuese a parar al duro y frío suelo. Dicho así, parece más una prueba de selección y supervivencia donde solo quedan los más fuertes, o los de cabeza más dura.

Desde este humilde rincón, brindar por ellas, un homenaje a esas nuestras madres, trabajadoras incansables a lo largo de su vida, figura imprescindible en la familia y la comunidad. La casa y crianza de los niños eran una parte más de sus muchas labores, pues participaban en los trabajos del campo igual que los hombres, pastoreaban los ganados por el monte, donde era bastante habitual oírlas cantar con alegría.

"Arrimeime a un pino verde,

por ver si me consolaba,

y el pino como era verde,

de verme churar, churaba"

A ellas, que con sus manos amasaban el pan que se arrancaba al pobre terruño, siendo símbolo de la unidad familiar y educando siempre desde el cariño y la humildad en valores humanos.

Gracias por vuestra herencia.

Emiliano