jueves, 23 de octubre de 2008

RESPONSO A SAN ANTONIO




Cuando un animal u objeto se perdía, una persona tardaba en llegar al destino, o situaciones parecidas, era habitual pedir protección rezando el responso a San Antonio. Santo este que siempre tuvo mucha devoción entre la gente del pueblo.
Parece ser que no todas las personas tienen la misma facilidad, pues dependiendo del “arresponsiador-ora” incluso nos puede decir si el animal esta vivo y donde; siendo importante que salga todo de corrido para que tenga más valor.
Como se ha trasmitido de forma oral, supongo que habrá distintas versiones, la que me recitó mi madre es la siguiente:

Bendito San Antonio
que nos tenga de su mano;
que el Rey bendito nos eche
la bendición con su mano.

Si buscas milagros, mira;
muerte y horror desterrados,
miseria y demonio idos,
leprosos y enfermos sanos.

El mar sosiega su ira,
rediman encarcelados,
miembros y bienes perdidos,
recobran mozos y ancianos.

Gloria al Padre,
gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo.
Dios trino y uno,
por los siglos
infinito y alabado.

Ruega a Cristo eternamente,
Antonio divino y santo,
para que dignos así
de tus promesas seamos.
Señor, oye mi oración
pues a ti suplico y llamo,
mis súplicas a ti lleguen
donde hallo favor y amparo.

De la súplica votiva,
de la bienaventurada,
San Antonio tu confesor,
alegra tu Iglesia
para que siempre se halle fortalecida
con socorros espirituales.
Amén


Emiliano

1 comentario:

Este es un bello pueblo cabreirés: Trabazos dijo...

La devoción a San Antonio estaba muy extendida, sobre todo en la mitad norte peninsular, (incluido el vecino Portugal).
Recuerdo un comentario jocoso en una aldea gallega en la que una señora se acercó al "arresponsiador" para pedirle responso ante la falta de una oveja. El citado, que le había tocado ir con las ovejas ese día, conocía bien la falta de la oveja, (una oveja "cangarria", que siempre se salía del rebaño para ir a comer a las fincas limítrofes), ya que la había dado un golpe malafortunado y la oveja se había caído a unos "subiados".
El "arresponsiador", muy serio, una vez echado el responso le dijo a la vecina:
"Pérdelle o,ollo a la ovella, que está morta no Penedín".
Y al día siguiente apareció, (muerta pero aprovechable), milagrosamente donde se dijo, aumentando la fama del "arresponsiador".
¡ Estupendo el post !.